Como parte de la asociación cultural «Restaurar y vivir» recuperamos el lugar de encuentro de los 34 vecinos de este pueblo manchego, entre 2002 y 2004.
Gracias al programa cultural de la Junta de Castilla y León, en 1999, abrimos (literalmente) el camino para dar acceso, tanto al valle como al yacimiento arqueológico, a la población de Ribas de Sil en plena Ribeira Sacra.